El JUEZ DE LOS
DIVORCIOS (2º
acto)
Entremés de Miguel de Cervantes
Saavedra.
Adaptado por
DOÑA GUIOMAR: Buen Dios, al
fin estoy con el juez. Por favor Señor Juez quiero un divorcio urgente de
este.
JUEZ: Y ¿Quién es
este, señora? ¿No tiene nombre su marido?
DOÑA GUIOMAR: No tiene
nombre, porque hombre no es.
JUEZ: Sino es un hombre ¿Qué es?
DOÑA GUIOMAR: Un madero.
SOLDADO: Un madero yo. Si
soy un madero porque callo y sufro en este matrimonio. No voy a defenderme.
JUEZ:Señora, mas respeto
por vuestro marido. Hablando bien yo soy el juez y haré justicia.
DOÑA GUIOMAR: Señor Juez a
mi me casaron con este hombre, pero no es un hombre con quien yo me case.
JUEZ: ¿Cómo es eso? No lo entiendo.
DOÑA GUIOMAR: No es un
hombre, no señor Juez. Por que no emplea sus manos para trabajar y traer dinero
a casa. Por las mañanas se las pasa en la calle hablando de todo, escuchando
mentiras y diciendo cotilleos. A las dos de la tarde viene a comer y depuse se
vuelve a ir con los amigos a las casas de juego. Vuelve pasada la media noche,
y en la cama no duerme y dice que esta pensando poesías y que ser poeta es lo
que quiere ser en su vida.
SOLDADO: Señor Juez mi
mujer no me respeta.
DOÑA GUIOMAR: Como te voy a
respetar, si no podemos comer ni vivir con tu trabajo. Con lo buena que soy yo.
SOLDADO: Yo no se si eres
buena, lo que se es que eres gruñona, siempre estás enfadada, eres celosa, gastadora del poco dinero que
tenemos, dormilona y perezosa. Con esta buena mujer ¿Quién puede vivir? Yo
que soy un madero también quiero el divorcio.
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